Novo Banco y BPI: Aterriza como puedas…. con TAP

El Gobierno portugués prevé resolver la adjudicación de Novo Banco y la privatización de la aerolínea TAP antes de junio, mientras sigue pendiente la OPA de CaixaBank por BPI por oposición de la millonaria angoleña Isabel dos Santos. Un mapa complicado en el que se juegan intereses económicos y estratégicos por parte de las empresas españolas, que optan a hacerse con las entidades portuguesas para crecer en el mercado ibérico, Brasil y en los Palops africanos.

El Banco de Portugal quiere recuperar los 4.900 millones de euros en ayudas con que resolvió la crisis del Espírito Santo mediante la venta de Novo Banco, que heredó los activos sanos de ese conglomerado portugués. Para ello, y desde un primer momento, el regulador luso tanteó a la gran banca española. Ahora bien, esta se ha encontrado con la competencia de entidades financieras chinas que participan en la subasta con la experiencia de haber cerrado en el país varias adquisiciones en los últimos ejercicios,, algunas con el propio Espirito Santo-Novo Banco, convirtiéndose así en un gran socio para el gobierno luso.

Comenzaron 17 y quedan siete. En menos de dos meses, el banco portugués Novo Banco será adquirido por alguna de los siete grupos que han presentado una oferta de compra y que han sido refrendados por el Banco de Portugal. Así, Novo Banco (NB) cambiará de manos antes de cumplir su año de existencia. Creado el pasado agosto, NB inauguró una nueva fórmula europea para resolver problemas de bancos en crisis. Los activos buenos del Banco Espírito Santo (BES) fueron para el NB junto a 4.900 millones de euros de fondos europeos y del Fondo de Resolución bancario, organismo del sector para cubrir crisis. El BES se quedaba con todos los activos tóxicos, es decir, se convertía en el banco malo.

El gobernador no ha revelado ni las cantidades ofertadas, sin carácter vinculante, ni las entidades que las presentan; pero han confirmado sus propuestas el Banco de Santander, propietario de Santander Totta y el único de los seis primeros bancos portugueses que ha presentando beneficios; el grupo chino Fosun, que hace unos meses adquirió los seguros Fidelidade y las clínicas de salud del grupo Espírito Santo; el fondo norteamericano Apollo, que se hizo con los seguros Tranquilidades, del mismo grupo. También parece que sigue en la carrera BPI, banco portugués con el 44% de Caixabank, pese a que este proceso coincide con la opa lanzada por el grupo catalán para hacerse con la mayoría del capital y de los derechos de voto. El primer administrador elegido para dirigir esa transición de BES a NB, Vítor Bento, no llegó a los tres meses de mandato; renunció al comprender que el objetivo del Banco de Portugal para el NB era la venta inmediata. En septiembre llegó su actual consejero delegado, Eduardo Stock da Cunha. A diferencia del anterior, un ejecutivo versado en la banca internacional, formado en el Banco de Santander, primero en Portugal y después en Estados Unidos, antes de recalar en Londres con el Lloyds, a donde volverá una vez finalizada su excedencia.

VENTA DE NOVO BANCO

Con 72.465 millones de euros de activos y una cuota de mercado del18%, Novo Banco es el tercer mayor banco luso por tamaño. La segunda posición la ocupa el Banco Comercial Portugués (BCP) con 78.800 millones en activos y en el primero se sitúa la estatal Caixa Peral de Depósitos (CGD) con 10.000 millones.

El Banco Espirito Santo, intervenido el 3 de agosto de 2014 por irregularidades contables y de gestión, fue escindido por el Banco de Portugal en una parte saludable – reflotada con un crédito público de 3.900 millones de euros y bautizado como Novo Banco– y en otra tóxica, que mantiene su antigua denominación y a la que a parar el capital de accioniustas y de inversores en deuda a corto plazo.

Debiddo a la inédita aplicación en el caso del BES del mecanismo de resolución aprobado por la UE en 2012, el Novo Banco recibió, además de los 3.900 millones de euros de créditos públicos, otros 1.000 millones del sector financiero luso.

Eso no elimina que Novo Banco esté bajo la mirada de varios despachos de abogados que defienden a los accionistas que perdieron toda su inversión y de asociaciones de afectados por el papel comercial vendido por el BES a pequeños clientes, que perdieron sus ahorros.

Son varios los bancos españoles que han mostrado su interés por hacerse con Novo Banco. Ahora bien, entre los inconvenientes sobrevuela especialmente uno, el precio excesivamente alto elevado de la puja: 2.500 millones de euros. Mientras tanto, Novo Banco ha presentado resultados, que no son precisamente para tirar cohetes; más bien, lo contrario. En sus primeros cinco meses de existencia, desde agosto, ha perdido 467 millones de euros y ha tenido que provisionar 699 millones para sanearse antes de la venta, prevista para el verano. Pero con esas credenciales, no está en las mejores condiciones para exigir en eso del precio y, paradójicamente, eso da ‘alegrías’ a los pujantes si se traduce en un coste menor.

Los españoles BBVA, Popular, Sabadell, Caixabank y Santander tienen sobre la mesa la información sobre el proceso de venta contenida en el cuadernillo (Teaser) que publicó a finales de año el Banco de Portugal. Son conscientes de que Novo Banco es una pieza clave para controlar la banca portuguesa. Pero a nadie se le escapa que el candidato más probable también por descarte es Caixabank, que preside Isidro Fainé incluso después de lanzar su OPA por Banco Portugués de Investimento (BPI), el cuarto por activos después de Caixa Geral de Depósitos, Novo Banco y BCP. BPI, por su parte, también está en la puja por Novo Banco.

Tanto el Popular como el Sabadell coinciden en que la operación de compra de Novo Banco es muy compleja. El presidente del Popular, Ángel Ron, lo dejó claro en enero al presentar los resultados de 2014 del banco. Confirmó que habían mostrado interés por la entidad cuando así se lo pidió el Banco de Portugal, pero que la operación no les interesaba, entre otras cosas, porque apenas crearía sinergias entre las dos entidades. Quedan Santander y el BBVA. ¿Les interesa? En cualquier caso, más al primero que al segundo, que está de retirada en el país. Quedó claro cuando anunció, en noviembre, el despido del 25% de su plantilla en el país, donde se centrará, dijo entonces, en el segmento de gama alta y grandes empresas, un modo como otro cualquiera de justificarse cuando un banco va mal. Con el Santander puede ocurrir lo mismo, pero por otras razones. Ya controla el quinto banco portugués, su filial Totta.

China ha desembarcado con fuerza en la Península Ibérica. La inversión del gigante asiático ha tomado Portugal en un proceso de crecimiento exponencial que se resume en cifras: mil millones de euros de beneficio logrados, el pasado año, por la potencia asiática en el país vecino. Desde el año 2000, China ha invertido en Portugal 6.150 millones de euros, mientras que en ese mismo periodo España sólo recibió 1.350 millones. Es una estrategia que busca invertir en la nación lusa para poder entrar en Brasil, Angola o Mozambique. China está aprovechando las condiciones ofrecidas por la necesidad de liquidez del país, convertido en puerta de entrada a otros mercados lusófonos. Del conjunto de la Uniçon Europea –16.350 millones– Portugal representa el 10 por ciento.

Siete entidades han presentado ofertas no vinvulantes al supervisor bancario portugués. Entre otras figuran:

- Santander Totta daría un paso de gigante en el país vecino, lo que coincide con la estrategia del grupo en el país vecino y ser líder en sus diez principales mercados, aunque ya ha advertido que la debilidad de sus adversarios le permite crecer sin la compra a través de sus 620 oficinas, una red semejante a la de Novo Banco, que cuenta con 631 oficinas-

- Caixabank ve en su opa por BPI y la compra de Novo Banco la via para acelerar su internacionalización, consolidándose en Portugal y dando el salto, a través de BPI, a Brasil y Angola.

- BPI, sobre el que CaixaBank ha lanzado una opa del 100% para hacerse con el control económico y político del banco. Es la cuarta entidad del país: tiene 655 oficinas.

- APOLLO. El fondo estadounidense Apollo, propietario en España de EVO Banco;

- Fosun, el mayor holding privado del gigante asiático, es ya el primer inversor chino en Portugal con un desembolso de más de 2-000 millones de euros. Muy activo en el sistema financiero luso en los doce últimos meses, se presenta en la operación como el candidato favorito y el rival a Bator. El año pasado se hizo, en liza con Apollo, con el 80% de la primera aseguradora de Portugal, Fidelidade, hasta entonces controlada por el banco público Caixa Peral de Depósitos, por 1.000 millones de euros. Meses después Fosu, a través de Fidelidade, lanzó una oferta por el 51% de Espirito Santo Saúde, filial de salud del Espirito Santo, por 470 millones.

- Haitong, con sede en Shanghái, compró en 2014 Banco Espirito Santo de Inversión (BESI) por 379 millones de euros.

- Bank of China, con sede en Pekín.

LA OPA POR BPI

La OPA de CaixaBank sobre la totalidad del BPI, cuarto banco portugués, hasta ahora participado al 44,1% por el grupo financiero catalán, ha merecido el aplauso unánime de los analistas pese a que el mercado portugués, por su bajo nivel de crecimiento, no va a convertir la operación financiera de la entidad presidida por Faine en un hito en la historia de la antigua caja de ahorros, si bien supone una buena utilización del actual exceso de capital de la entidad catalana. Sin embargo, la operación tiene una lógica estratégica y profundiza en la internacionalización de la entidad, algo que se considera una prioridad si Caixabank quiere mantener su senda de crecimiento, algo que en España no va a lograr, dado el actual status quo del sector.

Un paso que puede posicionar a Caixabank en Africa en la medida en que el BPI posee el 50,1% del Banco de Fomento de Angola, país de donde proceden la mayor parte de los beneficios que el banco portugués obtuvo de su negocio internacional.

La multimillonaria angoleña, Isabel dos Santos, segunda mayor accionista del BPI con una participación del 18,6% a través de la firma angoleña Santoro, ha dicho no a la oferta de la entidad catalana, que representa el 44,1% del capital. De hecho, apuntan a que la multimillonaria -es considerada la mujer más rica de toda África- aboga en cambio por una fusión entre el BPI y el Banco Comercial Portugués (BCP), en el que el principal accionista es la petrolera estatal angoleña Sonangol.

Dos Santos propone así una operación entre el segundo y el cuarto mayor banco luso, con activos valorados en 76.000 y en 42.600 millones de euros, respectivamente. La posición de la magnate angoleña es relevante para el Caixabank no por sus títulos -los catalanes pueden comprar el otro 6% del capital que le hace falta sin su visto bueno- sino por su intención de que se elimine una cláusula que limita los derechos de voto de cada accionista al 20%.

Esta condición exigida por la entidad española sólo puede ser aprobada de alcanzar un consenso con Isabel dos Santos y con el tercer accionista, la aseguradora Allianz, que posee una participación del 8,4%. Esta cláusula ha permitido que durante los últimos años Caixabank contase con un poder efectivo en el BPI muy similar al de Dos Santos, pese a que tiene en sus manos más del doble de las acciones que tiene la angoleña a través de la empresa Santoro.

PRIVATIZACIÓN DE TAP

El secretario del Estado de Transportes de Portugal, Sèrgio Monteiro, anunció en la sede asamblearia la fijación de la fecha límite del 15 de mayo para recibir propuestas de participación en la aerolínea nacional TAP, logrando umplir con el calendario previsto, que tiene como objetivo culminar la privatización de la compañía aérea nacional durante el primer semestre de 2015, tras haber relanzado el proceso a mediados de noviembre del año pasado.

A principios de agosto de 2012, el Gobierno portugués en consejo de ministros aprobó la privatización de TAP, un proceso que se llevaría a cabo en dos fases, mediante una ampliación de capital y la venta directa de las acciones representativas a uno o varios accionistas. Ese mismo mes, la aerolínea presentó los resultados del primer semestre del ejercicio, reportando un aumento de sus pérdidas por la subida del precio del combustible y las huelgas hasta los 112 millones de euros, un 14,6% más respecto al mismo periodo de 2011.

TAP tiene una deuda estimada en 1.200 millones de euros y su venta es parte de un plan de liquidación de activos estatales, exigida por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), como parte de un rescate por 78.000 millones de euros que recibió Portugal. Sólo el grupo brasileño-colombiano de Germán Efromovich, Synergy Group, mostró interés por la aerolínea y en el mes de octubre de 2012 se anunciaba que TAP era vendida al propietario de Avianca. Dos meses después, en diciembre de ese mismo año, Portugal rechazaba la única oferta por TAP y suspendía la privatización de la compañía. El Gobierno precisó entonces que la oferta económica rondaba los 340 millones de euros pero que fue rechazada por "no cumplirse algunos de los requisitos exigidos" en el pliego de condiciones del concurso público, en el que la empresa de Synergy Aerospace era la única participante.

El grupo IAG –British Airways, Iberia y Vueling- no pujará por la compañía portuguesa TAP, actualmente en proceso de privatización. Así lo ha declarado este martes el presidente de Iberia, Luis Gallego. TAP es una opción para crecer, pero no es una prioridad ahora mismo, ha señalado. De momento, los esfuerzos del grupo que dirige Willie Walsh se centran en la adquisición de la irlandesa Air Lingus.

La decisión de IAG despeja el camino a Air Europa. Efectivamente, la compañía que preside Juan José Hidalgo ha mostrado su interés por TAP en reiteradas ocasiones, aunque la lentitud del ejecutivo portugués para concretar los términos del acuerdo ha impedido avanzar en las negociaciones. En cualquier caso, la retirada de un competidor resta capacidad al Gobierno luso a la hora de exigir más dinero por la aerolínea.

En efecto, el pasado mes de noviembre, el presidente de Globalia y Air Europa, Juan José Hidalgo, expresó su interés por la aerolínea portuguesa, que consideraba que podía "optimizar y hacer viable" gracias a su experiencia. La meta es reforzar las rutas ya operativas y reforzar la flota existente, además de mantener la marca y el hub de Lisboa, así como recapitalizar la empresa con vistas a crecer.

El pasado año, los pilotos de la aerolínea convocaron varias jornadas de huelga en Navidad, que finalmente no se llevaron a cabo al alcanzar un acuerdo con la compañía. De este modo, el Gobierno luso informó en enero de que el nuevo propietario de TAP no podrá recurrir el despido colectivo los 30 días siguientes a la privatización, conforme al trato convenido entre la Administración y los nueve sindicatos de la compañía aérea.

A continuación adjuntamos el artículo que el periodista José Alves publicó recientemente en el Confidencial Madrid Capital, y en el que se da una interpretación más ajustada y clarificadora de la subasta de Novo Banco. Para acceder al artículo, haga clic aquí

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