PARAMÉS SIEMPRE DA PARA MÁS

Conocido como el «Warren Buffett español», Francisco García Paramés es uno de los inversores más respetados del mundo. Como director de inversiones de Bestinver, sus clientes obtuvieron en renta variable española una rentabilidad media anual de casi el 16 por ciento desde 1993 a 2014, frente al 7,8 por ciento obtenido por el Índice General de la Bolsa de Madrid. En renta variable global la diferencia entre los índices fue similar. En su libro 'Invirtiendo a largo plazo' (Deusto) nos habla de sus orígenes: de sus años como estudiante, de su paso por la Universidad Complutense de Madrid y de cómo cursando un MBA en el IESE de Barcelona descubrió su capacidad analítica, que unida a su carácter paciente se adecuaban perfectamente a los requisitos de la inversión en valor. Se trata, en definitiva, de una lectura obligatoria para cualquier inversor que se precie y para cualquier persona interesada en conocer cómo funcionan los mercados de inversión.

Francisco García Paramés, uno de los gestores de fondos más influyentes del mundo, ha vuelto tras dos años de retiro obligado. Vuelve con un proyecto en solitario y ganas de dejar huella, como demuestra con su libro. Además de su experiencia personal y profesional, Garcia Paramés explica las claves del proceso inversor. Primero establece el marco de referencia económico adecuado, en su caso el de la escuela austriaca de la que comenta a sus autores de referencia y qué ha aprendido de cada uno de ellos. A continuación habla de las diferencias entre activos reales y activos monetarios, y de la inversión pasiva, semipasiva y activa. Asimismo nos explica qué tipos de acciones debemos buscar y dónde encontrarlas, al tiempo que nos ilustra sobre el origen último de las oportunidades: nuestras emociones.

El Warren Buffet europeo

Pocas palabras bastan para definir a Francisco García Paramés. “El Warren Buffett europeo”, “El gurú español del value investing” o “El alma de Bestinver” son algunos de los calificativos más utilizados entre los profesionales europeos de la inversión y los propios inversores para referirse a Paramés (A Coruña, 1963), que acaba de anunciar su regreso a la industria española de gestión de activos tras dos años de parón profesional.

Una cláusula anticompetencia con Bestinver le ha tenido alejado de la gestión de fondos desde finales de septiembre de 2014, momento en el que abandonó el proyecto de la boutique de Acciona tras 25 años al frente como director general de Inversiones por desavenencias con la matriz en torno a la exigencia de expandir el negocio de la gestora. Paramés y su equipo -Beltrán Parages, Álvaro Guzmán de Lázaro y Fernando Bernad- dudaban de la viabilidad del encargo al ir en contra de los intereses de los partícipes en sus fondos, que hubieran visto mermadas sus rentabilidades si los gestores hubiesen tenido que gestionar un volumen mucho mayor de activos. Por eso buscaron una salida, que en el caso de su equipo se materializó en la boutique azValor Asset Management.

Licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid y MBA por el IESE Business School, se incorporó a Bestinver en 1989. Su estilo de gestión se apoya en dos pilares: la filosofía del value investing, cuyos máximos referentes son Benjamin Graham, Peter Lynch y el propio Buffett, y la teoría austriaca del ciclo económico. Con Paramés al mando, Bestinver llegó a gestionar casi 10.200 millones de euros en junio de 2014, según los resultados trimestrales de Acciona, mientras que el actual equipo de Bestinver ha visto reducido este volumen a la mitad en los dos años de transcurso, en el entorno de los 5.000 millones.

Su labor al frente de la boutique de Acciona fue puesta en entredicho en varias ocasiones. En diciembre de 1999 se defendía por primera vez. “Es posible que finalicemos el año con rentabilidades ligeramente negativas en los fondos y ello tiene una explicación. En nuestra opinión, el conjunto de valores en los que invertimos tiene un potencial de crecimiento y revalorización muy importante, pero dicho potencial todavía no está reflejado en el precio de la acción. El mercado se dedica en estos momentos a operar con los valores tecnológicos: Telefónica, Terra, etc. Nosotros pretendemos evitar estos valores que pueden producir (ya ocurrió hace 20 años con Telefónica) pérdidas cercanas al 70%-80% de su inversión”, escribió Paramés en una carta dirigida a los inversores de Bestinver.

La segunda contrarréplica tuvo lugar en septiembre de 2008. “Los últimos acontecimientos han afectado significativamente a numerosas entidades financieras en Europa Occidental y, especialmente, en Estados Unidos. Esta crisis ha tenido el mismo origen que crisis anteriores: el exceso de endeudamiento de un sistema financiero garantizado por el apoyo tácito o expreso del Estado correspondiente. (…) Estos excesos siempre terminan de forma muy negativa, perjudicando a la mayoría de las partes implicadas”, puso en contexto por aquel entonces Paramés a sus inversores a través de la correspondiente carta oficial.

“Sin embargo”, defendía, “tenemos que insistir en que, aunque a corto plazo parece que a los fondos de Bestinver les afecta la situación, a largo plazo el impacto será mínimo, pudiendo aprovecharnos de dichas turbulencias. Varias son las razones para ello: nuestra exposición al sector bancario ha sido desde hace varios años y continúa siendo cero, evidentemente no por casualidad, sino en previsión del estallido de la burbuja crediticia; más del 90% de nuestras compañías tiene un endeudamiento mínimo o inexistente, por lo que no necesitan del crédito para operar, disponiendo algunas de ellas de tesorería neta positiva; los clientes de nuestras compañías están repartidos por todo el mundo, pudiendo ajustar sus ventas a aquellos mercados más favorables (China, Brasil, Alemania, etc.); el exagerado movimiento alcista de las materias primas, que tanto ha afectado a corto plazo a algunas compañías de los fondos, empieza a cambiar de sentido, y esto supone un apoyo muy significativo para el consumidor occidental, que pronto se reflejará en su capacidad de compra”, justificaba, emplazando siempre a los clientes a tener paciencia, a seguir invirtiendo en renta variable y a mirar hacia el largo plazo.

Diez consejos a seguir

Además, Paramés no sólo tiene interés en el rendimiento de sus carteras, sino que quiere dejar huella. Su forma de sentar cátedra, de momento, a través de un libro 'Invirtiendo a largo plazo' (Deusto). Un ensayo con vocación de manual de inversión y tintes biográficos. Como él mismo reconoce, si no hay tiempo para más, lo mejor es ir a la parte final, donde resume las ideas esenciales de su forma de entender la inversión y encarar ese mundo. El principal mantra por encima de los demás: "Invierte en acciones todos tus ahorros no necesarios para un futuro cercano". Esa frase encierra varias convicciones. Pero destaca su apuesta por invertir como forma de rentabilizar el futuro y que sea en acciones. Este experto explica que se trata del mejor activo, por encima, por ejemplo, de la renta fija.

Aunque esta es, según Paramés, la "idea máxima", existen otras "ideas mínimas". En concreto, 26. Principios de inversión que pueden servir para la vida y viceversa. Aquí rescatamos un decálogo de claves que le han dado el éxito.

1. Si inviertes directamente en acciones dedicarás el tiempo a analizar la posición competitiva de la compañía en la que quieres invertir. El resto, en general, es ruido de mercado, que hay que evitar a toda costa.

2. Invierte sólo en aquello que entiendes. No importa que sea mucho o poco, lo importante es no salirte de lo que sabes, aunque sea el sector inmobiliario en tu barrio.

3. Nadie está obligado a invertir en nada. En muchos casos lo mejor es no hacer nada.

4. Los negocios con una larga historia tienen más posibilidades de supervivencia que los nuevos. Centrarnos en ellos nos ahorrará numerosos problemas.

5. Asegúrate de que el negocio debe estar más o menos en la misma situación en los próximos diez años. Si no eres capaz de estar seguro de ello, si crees en nuevas tecnologías o nuevos gustos del consumidor pueden alterar su posición en el mercado, deja pasar la oportunidad.

6. Sé propietario de activos, no prestamista. Los préstamos son una promesa que algunas veces se lleva el viento.

7. Hay que tener unas convicciones firmes (¡y correctas!), pero hay que estar siempre atentos a nuevas ideas y formas de hacer las cosas. Cuando dejemos de aprender estaremos muertos.

8. Recorre los caminos donde no haya gente. Compra lo que nadie quiere.

9. Conoce el pasado, pero cuidado con extrapolar. Las cosas cambian, y los problemas en el futuro vendrán de un sitio inesperado.

10. Disfruta del proceso. El camino es más interesante que el destino final.

La escuela austríaca

Paramés expone otras tantas ideas mínimas. Algunas más enfocadas en su manera de ver la vida, como dedicar tiempo a pensar, leer o ser optimistas, y otras de corte más técnico, como la idea de que si creemos que una compañía está bien estudiada y sus números salen, no debe preocupar que caiga en bolsa. Es más, considera que cuanto más caiga mejor porque más rentabilidad potencial adquirirá.

García Paramés afirma que esa economía matemática que se enseña en las universidades, que da prestigio y acceso las revistas de renombre, no sirve para nada Llama la atención también la idea con la que arranca este capítulo recopilatorio: Si quieres saber de economía aprende alemán y estudia a los austriacos. En el libro expone cómo Economía, la carrera que eligió tras suspender en junio la selectividad, no le gustaba. Muchos años más tarde, García Paramés afirma que esa economía matemática que se enseña en las universidades, que da prestigio y acceso las revistas de renombre, no sirve para nada. Su referente es la escuela austriaca, que ofrece una base filosófica que da sentido a la economía.

Con esa mezcla de principios, convicciones y consejos, el Warren Buffet español vuelve al terreno de juego. El tiempo dirá si sigue en forma y su filosofía de inversión a largo plazo sigue reportándole éxitos. Se podrá ver si en esta etapa en solitario es capaz de batir a la Bestinver que le lanzó al estrellato dirigida ahora por el ex JP Morgan Beltrán de la Lastra. O si mejorará los resultados de sus excompañeros de aZvalor, con Álvaro Guzmán de Lázaro al frente. El escenario del 'Value Investing' (buscar acciones infravaloradas y apostar por ellas a largo plazo), está cada vez más de moda y la batalla competitiva cada vez es mayor. Además de los citados, ahí estarán también los Metagestión, Magallanes, Mutuactivos, etc. para ponérselo difícil a Francisco García Paramés.

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