Con la misma esencia oriental del Café Saigón original pero con un toque más contemporáneo, el vietnamita de referencia de Madrid estrena su nueva imagen diseñada por el estudio de arquitectura Cuarto Interior
Además de los cambios en el local, el nuevo Café Saigón añade a su carta oriental propuestas como los raviolis bánh cuôn de pato, el pato crujiente, el rollito de langostino con mango y albahaca y el pollo dulce y picante aunque mantiene los grandes éxitos de su cocina
En su recién estrenada barra se puede disfrutar de las creaciones explosivas de su nueva carta de coctelería como el Tornado a base de ginger beer y sake, ideal para acompañar sus platos
En su afán por acercar la cultura y la gastronomía vietnamita al público madrileño, Café Saigón -el buque insignia del Grupo Café Saigón que abrió en 2001- ha renovado su imagen de la mano del estudio de arquitectura Cuarto Interior -responsables del diseño de los locales del grupo Mister Lee y Tse Yang Dimsum Club-. Con el objetivo de adaptarse a los gustos de su fiel clientela y de cubrir las necesidades de un público más cosmopolita y viajado, el restaurante de alta cocina indochina de referencia en la capital ha modernizado su espacio manteniendo la esencia oriental que siempre le ha caracterizado desde que abriese hace ya 14 años.
INSPIRACIÓN COLONIAL EN UN ESPACIO MÁS ACTUAL
Con este fin, Germán Álvarez, director creativo de Cuarto Interior, ha ideado un proyecto en el que se mantiene la esencia colonial del acogedor Café Saigón original aportándole un toque más contemporáneo. De este modo conviven elementos clásicos como una consola del siglo XIX chino con otros más vanguardistas como una silla con pata de acero diseñada por el estudio y de corte más racionalista.
Así, en la planta baja una nueva gran barra de coctelería y una recién estrenada área más casual de mesas altas reciben al comensal y convierten el espacio en el lugar más dinámico, interactivo e informal. Un lugar ideal para el picoteo o tomar uno de sus nuevos cócteles o la primera copa mientras se disfruta de la música de su DJ. Arriba, sin embargo, se mantiene la esencia original, un entorno más vestido, con mesas con mantel, madera, una chimenea y sofás, pensada para el público de siempre o el que quiere un poco de intimidad en pareja. Además, en esta planta se ubica un privado para ocho personas, con servicio propio, en el que las paredes se han forrado en textil para potenciar la intimidad acústica.
Dos plantas que se comunican gracias a la nueva escalera frontal, mucho más contemporánea y hecha con una cuadrícula que combina mármoles en gran formato con celosía en laca china. Un elemento que añade luminosidad al local distribuyendo la luz natural que entra a través de sus dos grandes ventanales. Una atmósfera que por la noche se vuelve mucho más íntima oscureciendo la sala y dirigiendo la iluminación de forma puntual en cada mesa.
NOVEDADES EN LA CARTA
En lo gastronómico, Café Saigón sigue apostando por el mejor producto y por las elaboraciones sencillas. Una cocina que bebe de las influencias indochinas y que sigue siendo fresca, actual y sorprendente. Y lo es a base de sabores puros, colores vivos, contrastes insólitos e ingredientes exóticos que desprenden curiosos aromas, como los que impregnan cada día el popular mercado de Ben Thanh. Todo ello pasado por el refinamiento y vanguardismo que le otorga el haber sido colonia francesa.
En su carta, Café Saigón mantiene los hits que le han consolidado como el vietnamita de referencia de Madrid como los nem de pollo, el pato con berenjena al curry, los tallarines al estilo thai o la ensalada de fideos de soja con vieiras. Pero también incorpora nuevos platos como los raviolis bánh cuôn de pato, el pato crujiente, el rollito de langostino con mango y albahaca y el pollo dulce y picante. Además, el nuevo Café Saigón estrena un nuevo menú degustación en el que sintetiza toda la riqueza culinaria oriental.
En definitiva, el nuevo Café Saigón sigue ofreciendo un viaje sensorial por el sudeste asiático sin moverse de la mesa en un espacio de estética mucho más actual que logra consolidarlo como un icono de la cocina oriental de calidad en la ciudad.
Dirección: María de Molina, 4 –esq. Castellana, 66-.
Teléfono: 91 563 15 66.
Horario: de lunes a domingo de 13:30 a 16:30 h. y de 20:30 a 24:30 h.
Precio medio: 30 €.