Informe Luxury Goods Worldwide Market Study, elaborado por Bain & Company

El lujo creció un 10%

Los ingresos del mercado global de bienes de lujo crecerán un 50% más rápido que el PIB mundial, con expectativas de crecimiento de un cuatro a un cinco por ciento en 2013 y un promedio de entre un cinco y un seis por ciento anual hacia 2015, en vías de sobrepasar el umbral de los 250.000 millones de euros a mediados de la década. Esta es una de las conclusiones del informe Luxury Goods Worldwide Market Study, elaborado por Bain & Company, una de las principales consultoras del mercado de bienes de lujo. Según el estudio, presentado en una conferencia de la Fondazione Altagamma (la asociación sectorial de la industria de bienes de lujo italiana), los ingresos del lujo crecieron un 10% en 2012 debido a la fuerte tendencia a favor del sector durante el primer semestre del año pasado.

Bain & Company ha analizado el mercado y los resultados financieros de más de 230 empresas y marcas referencia en el mercado de productos de lujo. Esta base de datos de empresas, conocida como Observatorio Mundial del Mercado de Bienes de Lujo, se ha convertido en una de las principales fuentes de la industria internacional de artículos de lujo.

Según Bain & Company, los factores clave del sector de los bienes de lujo son:

* QUIÉN: Los turistas están cambiando sus hábitos de consumo, buscando nuevos destinos (por ejemplo Dubai, el sudeste asiático o Australia) y mostrando un mayor conocimiento de los productos que adquieren; cada año, más consumidores de perfil “HENRY” (potenciales ricos o High Earnings, Not Rich Yet según sus siglas en inglés) se convierten en clientes potenciales, con diez veces más individuos HENRY que millonarios (ultra-affluents). El aumento de la clase media en los países emergentes está polarizando la competencia, convirtiéndose en un objetivo para las marcas de lujo similar a una "nueva generación de tamaño baby-boom".

* QUÉ: Los artículos de lujo absoluto (consistente en productos de alta agama sin logo, materiales de la más alta calidad y excelente manufactura) lideran el sector. A pesar de una cierta recuperación del gasto en prendas de vestir, los artículos de piel y otros accesorios continúan superando al resto de categorías. El consumo de relojes se ha desacelerado significativamente debido al destockaje de los minoristas y a la bajada del ritmo de gasto de los consumidores chinos. Las compras de cosmética de lujo se han ralentizado en los mercados maduros, pero continúa creciendo en los mercados emergentes -

* DÓNDE: La alta confianza de los consumidores más ricos, el aumento de aperturas de tiendas en ciudades americanas y la inversión intensiva en la vinculación de la compra física y la online están impulsando el crecimiento de las ventas en EE.UU. El impacto del 12% de crecimiento de las ventas en América Central y América del Sur (especialmente en Brasil y México) se traducirá en un crecimiento global de entre un cinco y un siete por ciento en América.

En Asia, el crecimiento en China se está estabilizando en torno a un esperado siete por ciento, mientras el sudeste asiático experimentará un crecimiento del 20%, impulsado por una oleada de nuevas aperturas de tiendas, y el aumento de la fortaleza e importancia de los mercados de segundo nivel. Japón retoma la senda del crecimiento con un 5% debido a que la política monetaria del país deprecia el yen e impulsa el consumo local.

Europa continúa siendo un reto para la industria debido a que el turismo ha descendido, los turistas gastan menos dinero por visita y los europeos, especialmente en el sur de Europa, han reducido el gasto. Bain espera un crecimiento en la región de entre el cero y el dos por ciento.

Oriente Medio está creciendo a un ritmo constante. Dubai continúa siendo el centro de gravedad y la única ciudad que atrae consumidores de lujo extranjeros (por ejemplo de Rusia, India o África) “Estamos observando una distribución más equitativa del crecimiento global”, dijo Claudia D’Arpizio, socia de Bain & Company en Milán y autora principal del estudio. “Por su parte, las marcas se están reorientando desde el corto plazo y el pensamiento reactivo hacia estrategias de crecimiento reactivo a largo plazo”. En cuanto al largo plazo, Bain estima que es probable que el mercado mundial de productos de lujo sea en el año 2025 más de cinco veces mayor de lo que era en 1995. La clave para ganar en el mercado de lujo en los próximos 10 a 15 años, dice Bain, es "prepararse para el Lujo 2.0".

Informe Knight Frank

El sector del lujo, especialmente del superlujo, no sólo ha escapado de la crisis, sino que sigue y seguirá aumentando en los próximos años. La explicación es muy sencilla, y es que el número de súperricos -aquellas personas cuyo patrimonio excede de los 30 millones de dólares– aumenta cada año. En 2012, en concreto, este aumento fue del 5%, lo que elevó el número de grandes ricos a unas 188.000 personas, según publica The Wealth Report, informe sobre la riqueza que realiza cada año Knight Frank, la mayor consultoría inmobiliaria privada mundial. Es más, este mismo informe asegura que esta tendencia seguirá al menos en los próximos diez años y que en 2022 esta cifra habrá aumentado en 95.000 personas más, es decir, un 59 %.

Un incremento que liderará sobre todo Asia, Oriente Medio y Latinoamérica, que igualarán a Norteamérica y Europa en número de personas con un nivel adquisitivo extremadamente alto, “en la próxima década seremos testigos del mayor aumento en el número de personas superacaudaladas en ciudades tales como São Paulo, Pekín y Bombay”, asegura Liam Bailey, Director Global de Investigación Residencial de Knight Frank.

No es difícil deducir hacia dónde se orientan las inversiones de tan grandes fortunas, en lo que se denomina valores refugio, sobre todo tangibles, como obras de arte, monedas, coches de lujo y clásicos, inmuebles prime, joyas, superyatchs… objetos que, debido al incremento de la demanda, han incrementado también su valor. En concreto, en los diez años, los coches clásicos se han revalorizado un 395 %, las joyas un 140%, los grandes vinos un 166% o las obras de arte casi han duplicado la cantidad de dinero que una persona con gran valor adquisitivo está dispuesta a pagar por ellas.

Otro dato curioso a tener en cuenta es que, a pesar de que las grandes fortunas siguen fraguándose en países como China o Rusia, es en ciudades como Londres y Nueva York donde estos nuevos supermillonarios prefieren ir a gastarse el dinero. Es más, estas dos grandes urbes seguirán liderando el ranking dentro de diez años, sobre todo para invertir en bienes inmuebles. En esta elección pesan factores como la influencia social, la calidad de vida o las conexiones internacionales por avión. Estos datos corroboran una vez más que la creación riqueza no se ha visto mermada por la ralentización de la economía, aunque, esa riqueza vaya a parar a manos de unos pocos privilegiados que demandan un servicio más profesional y personalizado, buscando ser seducidos e impresionados desde la calidad y el diseño de un producto o servicio.

El informe asegura que los poseedores de grandes fortunas también aumentaron significativamente su gasto en actividades filantrópicas en el 2012. Con la riqueza, también aumenta la solidaridad.

Claves del negocio

A lo largo de los últimos años, el sector del lujo ha sido uno de los mejores lugares desde los que sentarse a observar las turbulencias de los mercados sin correr demasiados riesgos. La naturaleza de este negocio, al que poco le afectan las crisis de consumo, ha permitido que buena parte de sus firmas más representativas hayan conseguido sobrellevar los peores coletazos de la crisis económica sin dejar de crecer o, incluso, repuntando a doble dígito. Sin embargo, los ricos también lloran y en los últimos meses buena parte de estas compañías está atravesando un impasse en el mercado mientras se redefinen los enclaves estratégicos del sector. Louis Vuitton, Dior, Hermes, Shiseido, Burberry… estas firmas, prohibitivas para unos y objeto de deseo para otros, se ven alentadas por el empuje que muestran, principalmente, países emergentes como China, India, Rusia o Brasil. No en vano, el gigante asiático encabezó el ranking de consumidores de productos de lujo durante 2012, a pesar de la ralentización de su crecimiento.

Mientras se redefinen las áreas geográficas más importantes dentro del sector del lujo, algunos valores que son referentes en el negocio han visto cómo, después de alcanzar máximos históricos en su cotización a principios de año, han comenzado a registrar descensos. Ejemplo de ello son firmas tan conocidas como Louis Vuitton (-13% en lo que va de año), Dior (-6%), Prada (- 4,2%) o Richemont (-4,5%). Todas estas compañías, que se dedican a la fabricación de ropa y/o complementos, tienen en común que, a principios de enero de este año, tocaron sus máximos históricos en bolsa y que, a pesar de moverse con caídas en el presente ejercicio, los analistas siguen apreciando en ellas un potencial alcista que oscila entre el 14% y el 26%. Estas compañías, denominadas soft luxury, representan un sector premium en épocas de volatilidad, ya que “sus ventas son muy consistentes, porque los consumidores dejan de comprar joyas primero, pero no complementos”, apuntan desde Credit Suisse.

Entre el resto del sector, números verdes en los que impera la cautela, a la espera de ver los próximos movimientos de la economía china. Algunas compañías ya se han puesto manos a la obra para readaptar su negocio y apostar por el auge de la clase media en algunos países emergentes. A tres años, los retornos son consistentes y todos los productos se revalorizan más de un 10%.

Los bienes tangibles, alternativa a los activos financieros

Vino, relojes, violines... pasiones que cautivan al mundo de la inversión La volatilidad de los mercados tiene desconcertados a los inversores y los activos considerados refugio o bien ofrecen bajas rentabilidades, como el bund alemán o los bonos americanos, o están sufriendo una corrección, como el oro. Con este escenario, buscan inversiones alternativas en activos tangibles, como el arte, el vino, la música o los coches, que además en muchos casos constituyen sus verdaderas pasiones o hobbies. Es lo que ha pasado a denominarse passion investments.

Pero lejos de ser un dinero perdido, son inversiones rentables; eso sí, siempre que se realicen con un horizonte temporal a largo plazo, ya que la clave de la mayoría de ellas es el paso del tiempo. Quizá la más conocida es la inversión en arte. Este sector también ha sufrido con la crisis y los precios se han ajustado desde los máximos que alcanzaron en 2006. Sin embargo, las obras de los buenos artistas siempre se revalorizan. La prueba es que el año pasado, a pesar de la crisis, se batió el récord pagado por un cuadro: El Grito, del artista expresionista noruego Edvard Munch, se vendió por 90,7 millones de euros. El perfil de los inversores sigue siendo el mismo que antes de la crisis: coleccionistas particulares, fundaciones y fondos de inversión, aunque estos últimos tienen menos presencia este año.

El vino también se ha convertido en objeto de culto y, por tanto, en una potencial inversión, que además es rentable. El índice Liv Ex Wine 50 se revaloriza este año un 6,7% y a cinco años gana un 24,5%. Desde 1988 ofrece un retorno medio del 12%.

Los relojes también pueden convertirse en una inversión. Las piezas antiguas o los que son una joya en sí mismos son objeto de culto de coleccionistas, pero requieren de un cuidado máximo que no todo el mundo puede dispensar. En 2010, dos ex gestores de Carmignac, Miriam Mascherin y su marido Michel Tamisier, crearon la gestora Elite Advisors y en 2011 lanzaron el fondo Precious Time, que adquiere relojes antiguos y de ediciones limitadas, así como de firmas de prestigio, como Patek Philippe, Cartier o Rolex. El año pasado obtuvo un rendimiento del 10,9% y desde su creación se anota un 24,5%.

Para los amantes de la música y, más concretamente de los violines, su pasión también puede convertirse en inversión. Hay varios fondos que adquieren violines antiguos, especialmente fabricados por lutieres de los siglos XVII y XVII (como Stradivarius).

Por supuesto, la inversión en coches clásicos es otra opción. Según los datos de Historic Automobile Group International, los automóviles antiguos se revalorizaron el año pasado un 19%.

Los diamantes son los mejores amigos de las mujeres y también una de las inversiones más rentables, siempre a partir de dos quilates, reconoce Gema Corral, responsable de subastas de joyas.

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