VUELVE A VIENA POR NAVIDAD…

Por Javier Atance Ibar

El destino de nuestras vidas es cruzar fronteras y conocer otros mundos y otras vidas que nos aporten experiencia y sabiduría. No te quedes en casa y cumple con tu destino, aprovecha estas fiestas para viajar y disfrutar de monumentos, teatros, gastronomía, ballets, conciertos…, que no son simples entretenimientos sino que son cultura con mayúsculas.

La Navidad no sería la misma sin el Concierto de Año Nuevo por la Orquesta Filarmónica de Viena el 1 de enero, desde la sala más bonita de conciertos del mundo como es la Sala Dorada del Musikverein y que desde 1940 nos acompaña cada año, con excepción de 1945 al ser dañada su estructura por un bombardeo.

Este concierto, con los mismos intérpretes, ballets e idéntico programa, se celebra en tres días distintos: 30 de diciembre, Ensayo General; 31 de diciembre: Concierto de San Silvestre y 1 de enero: Concierto de Año Nuevo que es el más visto del año en todo el mundo, ya que lo disfrutan 1.000 millones de atentos espectadores de 70 países de los cinco continentes que fielmente conectan en directo para disfrutar del concierto más multitudinario del año.

El programa es diferente cada año, pero está basado en obras de la familia más musical de la historia vienesa y que destacan por su energía, alegría rítmica y creatividad, los Strauss: Johann Strauss (padre), Johann Strauss (hijo), Josef Strauss y Eduard Strauss a los que acompañan algunos compositores de ese tiempo. Lo único que sabemos con seguridad y que es común a todos los conciertos, es que fuera del programa hay siempre las famosas “propinas” que terminan con dos obras fijas, el vals “El Danubio Azul” de Strauss (hijo) y la guinda la pone la “Marcha Radetzky” de Strauss (padre), que es acompañada con las palmas del público que siempre abarrota la sala.

Este año lo va a dirigir Mariss Jansons, director de orquesta letón como ya lo hizo en los Conciertos de Año Nuevo de 2006 y 2012, por tanto, lo hará por tercera vez. Jansons aprendió a tocar el violín con su padre, afamado director de orquesta y realizó sus estudios musicales en el Conservatorio de Leningrado. Ha sido director de grandes Orquestas Filarmónicas como las de Leningrado, (ahora de San Petersburgo), Oslo, Londres y Pittsburgh. Desde 2003 dirige la Orquesta Sinfónica de Radio Baviera, como sucesor de Lorin Mazzel, donde ha ido encadenando sucesivos contratos, hasta el último, que lo asegura como director hasta agosto de 2018.

Para poder asistir a estos conciertos en alguno de estos tres días, es necesario unir dos factores importantes y no para todos accesibles: suerte y dinero, ya que las entradas hay que conseguirlas mediante sorteo entre los que las solicitan y los que resultan agraciados se enteran por correo postal de los trámites para conseguir sus entradas, dos máximo para el Concierto de Año Nuevo, cuyos precios oscilan entre 30, (unas pocas y de pie) y 940 euros, (la mayoría), el del día 1 de enero y los 130 a 380 euros los otros días, ya que no hay entradas de pie.

Esta Navidad Viena une también a dos grandes compositores que comparten el mismo apellido aunque no sean familia, los Strauss, en este caso, Johan Strauss (hijo), y Richard Strauss y en su Ópera Estatal de Viena, durante diciembre, podremos asistir a dos grandes óperas cómicas de un gran alto nivel: “El murciélago” y “El caballero de la rosa” y las disfrutaremos desde nuestra propia casa porque estarán disponibles a través de la aplicación www.staatsoperlive.com por 14 euros función.

Todas las ciudades del mundo se engalanan por Navidad, pero Viena es sin duda el mejor lugar para disfrutar de una Navidad inolvidable con muchas celebraciones, conciertos de todo tipo, bailes, degustaciones gastronómicas, cenas y cotillones. No hay que olvidar que las fiestas populares de raíz y con tradición son para vivirlas, comerlas, beberlas y bailarlas. Pero desgranemos otras razones que nos recomiendan volver a Viena por Navidad:

- Si te encantan los musicales, te recomendados dos: “Mary Poppins” que nunca ha dejado de estar de moda y “Mozart” que siempre está presente en Viena donde alcanzó fama y celebridad universales.

- Si prefieres las fiestas de calle en el casco antiguo de Viena, el Sendero de San Silvestre te garantiza el entretenimiento más variado y divertido donde podrás además disfrutar de muchas delicias gastronómicas acompañadas de ponche.

- Si lo tuyo es disfrutar de un paseo en coche de caballos, te recomendamos la adoquinada calle Reitschulgasse en el centro histórico de Viena.

- Si necesitas reponer fuerzas, puedes sentarte un rato en alguno de sus magníficos cafés para degustar bebidas calientes acompañadas de tarta de manzana o sus pasteles de molde, es otra buena opción; en muchos de ellos cuentas también con música de piano en directo, predominando melodías de jazz y clásicas vienesas.

- Si en un momento dado hay que relajar el espíritu, puedes asistir en la catedral y en algunas de las iglesias del centro histórico de Viena, que tienen una excelente acústica a conciertos de música clásica, órgano o coros cantando villancicos. Recordemos, por ejemplo, que todas las misas de las 10’15 horas la catedral de San Esteban están acompañadas de música.

- Si quieres una delicatesen musical, debes optar por escuchar al coro con más carisma y tradición del mundo, los “Niños Cantores de Viena” que cantan en la capilla en la misa de los domingos a las 9’15 horas con partituras de Haydn, Mozart y Schubert, en el Palacio Imperial de Hofburg entrando al patio Schaweizer. En Navidad y Año Nuevo siempre terminan con el villancico “Noche de paz”. Hay que sacar las entradas con tiempo porque se suelen agotar semanas antes de cada audición.

- Si lo que te gusta es lo inesperado y lo sorprendente, por distintas partes de la ciudad siempre hay en Navidad entretenimientos a base de espectáculos de todo tipo, músicos ambulantes, vals, operetas, magia, actuaciones de mimos, músicas populares…

- Si prefieres navegar, te resultarán atractivas las travesías en barco por el Danubio siempre relajantes, románticas y evocadoras.

- Si el movimiento te atrae, opta por la milla clásica de Graben, calle muy famosa del centro de la ciudad, en la que a partir de mediodía las escuelas de danza convierten dicha calle en zona divertida y movida con diferentes escuelas de baile al aire libre…

- Si tu opción es el paseo tranquilo, visita el parque más bonito de Viena, el Stadpark, con jardines de estilo inglés y lleno de puentes que cruzan los canales, monumentos y esculturas inolvidables como la del violinista Johann Strauss de 1921, uno de los símbolos de Viena, realizada en bronce dorado y que es una de las más fotografiadas del mundo.

- Si quieres cerrar el día con un espectáculo de altura, levanta los ojos al cielo y verás cómo se ilumina en el Rathausplatz y en el Prater con fantásticos espectáculos de fuegos artificiales.

“Viajar es vivir” nos enseñó Hans Christian Andersen de cuyos cuentos tanto hemos aprendido y es cierto, ya que todos sabemos que viajar es mucho más que hacer turismo. No viajamos para escapar de la vida, viajamos para que la vida no se nos escape y es una recomendación válida para cualquier edad, aunque por motivaciones diferentes. De joven se viaja mucho y a muchos sitios, siempre buscando cosas nuevas, con los años y la experiencia, cambiamos esta visión y ya no buscamos sitios donde ir, sino sitios donde volver para recordar todo lo bueno que en ellos hemos vivido y disfrutar de nuevo de esos recuerdos que despiertan en nosotros y Viena es uno de esos lugares a donde siempre nos encanta volver.

Se puede saber mucho de una ciudad y de sus habitantes por la manera en que tratan a sus visitantes y Viena siempre nos trata con tanta cordialidad que a todos nos encanta repetir y viajar de nuevo por ser uno de esos destinos en los que nos encontramos como en casa y a ellos hay que volver siempre y en especial en Navidad.

Desde las páginas de Golden Spain, queremos expresar según la tradición de estas entrañables fechas, dos deseos para todos vosotros: uno colectivo, que la Navidad nos traiga a todos un mundo más justo, más ecológico, más solidario y más fraterno, acorde con el mensaje de paz de estos días y otro individual, que viajes cuando quieras disfrutar y que disfrutes cada vez que viajes.

El Año Nuevo 2016 nos va a regalar otra vez 365 días, os deseo que sean 365 nuevas oportunidades para compartir, crecer y ser felices disfrutando de dos de los mayores placeres del mundo: los viajes y la música y ningún destino mejor para unir ambos que Austria en general y la siempre admirada y querida ciudad de Viena en particular.

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